El Marketing de los sentidos: Marketing Olfativo

Supongo que todos habéis oído hablar del Marketing de los sentidos, es un tema muy curioso donde se podrían analizar muchas cuestiones. Yo quería escribir un poco sobre el Marketing olfativo, ya que es posiblemente una de las piezas fundamentales del llamado marketing sensorial, algo que va más allá de lo que vemos, pero a veces más eficaz a la hora de vender.
Hay muchos ejemplos de marketing olfativo, aunque la gran mayoría de la gente (que no se dedica al marketing) no se da ni cuenta que todos esos olores característicos son un paso más de la estrategia de marketing de ese sitio para intentar vendernos un producto.
Es lógico pensar que algo que huele bien es agradable, pero no sólo eso, al oler algo que nos atrae se activa nuestra region cerebral de la corteza orbifrontal interna derecha, que es la que está asociada a las percepciones agradables y placenteras, de este modo nuestro cerebro lo relaciona como algo más positivo y lo guarda en la memoria a largo plazo. Todo esto es fruto del trabajo del Neuromarketing, algo que está relacionado directamente con las decisiones de compra que tomamos.
Recientemente he leído varios ejemplos de Marketing Olfativo, como hacer que huela tu piso a vainilla si quieres venderlo antes, por el hecho de que asociamos la vainilla a la infancia. Las cadenas de comida rápida usan ambientadores con olor a rica hamburguesa a la parrilla y los supermercados ponen su horno de pan en lugares estratégicos para que el olor del pan recién hecho nos persiga durante la compra y nos haga consumir más.
Un ejemplo bestial de este tipo de Marketing es el que realizó Dunking donuts hace unos años con el nombre de “Flavour Radio” fue realizado en Corea del Sur donde pusieron ambientadores en los autobuses de Seúl programados con la radio, de tal manera que cada vez que se escuchaba la sintonía en la radio de Dunkin Donuts el ambientador soltaba aroma a café. El resultado: se multiplicaban las personas que se bajaban en la parada donde había un dunkin donuts. Os dejo un vídeo para que lo veáis mejor.
La conclusión es que, en definitiva, el marketing olfativo funciona. El olor empuja a los consumidores a lanzarse a por el producto y ayuda a crear un buen recuerdo de la marca. Además permite diferenciarse y hace más fácil el camino de la marca por el sendero de las lovemark.
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